Diego Paulsen (RN): De asesor legislativo de la bancada a la presidencia de la Cámara de Diputados

Cuando, después de un acuerdo con los otros partidos de la oposición, los diputados de Renovación Nacional le entregaron al joven jefe de la bancada Diego Paulsen (32) la responsabilidad de representarlos como candidato a presidir la Corporación, no tenían ninguna certeza de que la candidatura fuera algo más que un saludo a la bandera, como ya le había ocurrido a Chile Vamos en otras ocasiones. Pero el destino le jugó una mala pasada al aspirante de la oposición, el DC Gabriel Silber, y los votos de la minoría fueron suficientes para poner en la testera a Paulsen.

Oriundo de Galvarino, comuna ubicada en el corazón de La Araucanía y a la que representa en el Congreso, Paulsen estudió en el Greenhouse School de Temuco y luego derecho en la Universidad Adolfo Ibáñez. En 2010 llegó como asesor legislativo a la bancada de diputados de Renovación Nacional -donde trabajó hasta 2014-, época desde la cual forjó una estrecha amistad con René Manuel García, quien también representa a la región, aunque tiene una buena relación con todos sus pares de bancada.

Quienes lo conocen coinciden en que es respetado, sobre todo por la seriedad de su trabajo y porque "conoce todos los recovecos del Congreso", legislativamente hablando. Aunque tiene buena relación "con todo el mundo" con quienes mantiene más cercanía es con los parlamentarios de su zona, con quienes "comparte las mismas luchas" y, si bien es de carácter sencillo y amable, tiene también fuertes convicciones, sobre todo cuando se trata de temas relativos a La Araucanía. Y cuando tiene una visión sobre un tema es difícil hacerlo cambiar de opinión, dicen en el Congreso.

También es bueno para el deporte, agrega su compañero de bancada Jorge Rathgeb, ya que integra el equipo de fútbol de la Cámara, donde comparte con todos los legisladores, pese a que no ha participado mucho en este último tiempo.

Y aunque tiene buena relación con parlamentarios de todos los sectores, no posee lazos profundos con sus pares de la oposición. Un tema nada menor, ya que para ejercer su labor requerirá de acuerdos transversales en un año especialmente complejo.

Un duro desafío

La llegada de Paulsen a la presidencia de la Cámara tomó por sorpresa a todos, sobre todo porque de haberse cumplido el acuerdo administrativo de la oposición, que le dio dos periodos a la DC a la cabeza de la Corporación, era prácticamente imposible que el oficialismo –que es minoría- diera vuelta el tablero.

En todo caso, las diferencias internas entre los distintos sectores de la oposición fueron las que le abrieron el camino a Paulsen –el más joven de los presidentes de la Cámara desde el regreso a la democracia- para llegar a la testera. Pero, justamente esos conflictos son los que le harán más complejo realizar su labor.

Y de eso, el flamante nuevo presidente está consciente. No terminaba de asumir el cargo, cuando desde la oposición se estaba evaluando una censura a la mesa de la Cámara. No obstante, Paulsen cree que la unidad y tener el respaldo de su conglomerado le dan la confianza para cumplir con su impensada nueva labor.

Por otro lado, está la preocupación de los parlamentarios opositores de que esta mesa –cuyo primer vicepresidente Francisco Undurraga es de Evópoli- le dé prioridad a la agenda del gobierno, dejando de lado iniciativas para enfrentar la emergencia sanitaria y sus efectos económicos y sociales. Tras la elección, en la oposición cobró más fuerza ese temor, lo que podría aumentar la tensión y la polarización al interior de la Cámara de Diputados, haciendo más difícil la gestión de Paulsen.

Tampoco tiene un escenario fácil en materia meramente administrativa, ya que la forma como está funcionando la Corporación, debido a la emergencia sanitaria, no es la habitual. Y aunque se habilitó el sistema para participar de las sesiones de Sala a distancia es más complejo alcanzar los quórum cuando son necesarios o buscar acuerdos con todos los sectores.